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jueves, 2 de marzo de 2017

HiRISE, fotos desde Marte.

Saluda conmigo a HiRISE: “¡Buenas noches, HiRISE!”. HiRISE es, como sabes (y, si no, te la presento) una cámara de alta resolución que capta imágenes de y desde Marte. Mejor, desde cerca de Marte. Porque va sobre el MRO (u Orbitador de Investigación de Marte) desde agosto de 2005. Y gira alrededor de Marte. 205 millones de kilómetros la separan de nosotros.     
HiRISE fotografía a Marte. Es su misión. Pero tiene momentos de nostalgia y la dejan que fotografíe a la Tierra. Y a la Luna al mismo tiempo. Esta foto (en verdad, nos dicen, es un no-engañoso, pero sí necesario, “amaño” de fotos para que la podamos ver bien) se hizo hace dos meses. Hubo que iluminar un poco a la Luna que, en realidad, es menos brillante que la Tierra. La zona rojiza del centro de la imagen es Australia. La Antártida es la mancha brillante en la parte inferior izquierda. Otras áreas brillantes son nubes.
¿Qué me inspira todo este trasiego cósmico cercano? Nada, pero a mí se me ocurre algo en lo que he estado pensando mucho estos días pasados de fin de año y de rendimiento de cuentas: el desconocimiento real, auténtico y resignado que deberíamos no tener y que tenemos de los que orbitan junto a nosotros día tras día.   
Nos da miedo preguntar, porque sabemos que vamos a herir o porque estamos seguros de que nos van a mentir. Pasamos por alto y desaprovechamos todo lo que nos podría llevar a conocer y compartir sentimientos, problemas, estados de ánimo, desilusiones, dificultades, heridas, derrotas y… muerte de sueños que no deberían haber muerto nunca.
El camino no es casi nunca preguntar. Casi siempre es tarde para hacerlo. El camino empezó hace mucho tiempo. Nos parece que avanzamos al paso. Pero hubo un momento en que callamos emociones y nos fastidiaba escuchar – y no escuchamos - las de los que aparentemente nos acompañaban y nos acompañan en un camino en el que ya no compartimos lo más valioso de nuestras vidas y de nuestra misión de modelarlas, que es la emoción de querernos, porque escuchamos y con-sentimos.